Los ecosistemas están conformados por diversas especies de organismos que se asocian entre sí y con su entorno a través de una amplia variedad de interacciones. Estas interacciones pueden beneficiar, perjudicar o no afectar a las especies interactuantes. Así tenemos interacciones que van desde el mutualismo (cuando las especies interactuantes se ven beneficiadas por la interacción) hasta el antagonismo (cuando las especies se ven afectadas negativamente por la interacción).
Las especies por lo tanto, pueden establecer relaciones simbióticas de las que obtienen un beneficio mutuo (por ejemplo, micorrizas y plantas), pueden competir entre sí por el alimento o el hábitat, o establecer una relación de tipo depredador-presa.
Las interacciones ecológicas de tipo mutualista se establecen entre diversas formas de vida, desde microorganismos, hasta plantas, insectos y grandes mamíferos, para obtener nutrientes, dispersar propágulos o protegerse contra enemigos naturales, entre muchas otras. La polinización, la dispersión y la simbiosis son interacciones típicamente mutualistas. Por otra parte, entre las relaciones antagónicas se encuentra la competencia que ocurre por recursos, espacio, pareja, etc. y la depredación, caracterizada por la muerte de la presa que constituye el alimento del depredador. Los insectos, los hongos patógenos y otros microorganismos que consumen fragmentos de otros organismos se consideran tipos particulares de depredadores, y las interacciones se conocen como herbivoría y parasitismo. Las consecuencias de estas últimas interacciones dependen de la intensidad y duración de la interacción y rara vez resultan en la muerte de la presa.
En los bosques tropicales las interacciones entre las plantas rara vez involucran relaciones tan simples como podemos encontrar en ecosistemas templados. Comúnmente, existen varias especies involucradas y las interacciones cambian con el tiempo: por ejemplo, las hojas de las palmas que al caer pueden matar a las plántulas de árboles.
Los bosques tropicales se caracterizan por albergar una gran proporción de la biodiversidad mundial. Sin embargo, pocas veces se considera la diversidad de interacciones que ocurren entre los organismos que habitan en estos ecosistemas. Las interacciones entre especies son importantes porque afectan el crecimiento, la supervivencia y la reproducción de los individuos, pero también porque tienen un papel clave en la estructuración de las comunidades y en el funcionamiento de los ecosistemas. Por lo tanto, el buen conocimiento de las interacciones bióticas es fundamental para comprender cómo funcionan los ecosistemas tropicales y proponer buenas medidas para la conservación biológica.
En esta página incluimos varias presentaciones sobre las interacciones planta-herbívoro y planta-patógeno, así como una colección fotográfica para apoyar las actividades de docencia, no sólo a nivel licenciatura, sino también a nivel primaria, secundaria y bachillerato. Esperamos que este material didáctico permita despertar el interés del público por el estudio y la conservación de la selva alta perennifolia.
Además, esperamos que este material didáctico permita a los estudiantes de licenciatura identificar los problemas críticos que deben enfrentar en el estudio de las interacciones bióticas en sistemas tropicales, desde aspectos ecológicos básicos, hasta el papel que juegan los hongos patógenos y los insectos como presión de selección natural y adaptación biológica.