Juan Tomas Roig Mesa
1877-1971


Texto escrito por Dra. Maira Fernández Zequeira, Instituto de Ecología y Sistemática, Ciudad de la Habana, Cuba, basada en diferentes artículos, comunicaciones personales y en el libro Juan Tomás Roig tabaquero, maestro, científico, de Eduardo Salinas Croche, 1983 Editorial Científico-Técnica).


Cuando un investigador cubano de nuestra generación lee o escucha la siguiente frase:... "el eminente sabio botánico cubano, el científico emérito…”, sin lugar a dudas, identifica de inmediato al hombre, al incansable investigador del saber popular; al modesto tabaquero que supo poner el nombre de la botánica cubana muy alto.
Así la obra de Juan Tomas Roig Mesa ha trascendido de su época y ha llegado a nuestros días, como la obra de consulta obligatoria para todo estudioso de la botánica cubana y algunas disciplinas afines.
Fue un estudioso incansable, dedicó más de cincuenta años a la actividad científica creadora, dejando un legado excepcional de conocimiento de la flora útil con énfasis especial en las plantas medicinales. Abordó diferentes aspectos relacionados con la botánica económica, la fotoquímica, el área forestal, la ecología, la sistemática, la protección, la conservación y propagación de especies, la necesidad de crear reservas naturales, áreas protegidas, jardines botánicos y parques naturales. No hubo aspecto de la naturaleza que desconociera, según lo afirman algunos de los que le conocieron.
Recorrió el archipiélago cubano para conocer las peculiaridades del paisaje, observar su flora, el tipo de suelo, distinguir los distintos tipos de formaciones vegetales, observaciones todas que compartió con colaboradores y amigos, dejándolas plasmadas en sus artículos, conferencias y en su obra en general.
De su fecunda obra se destacan el “Diccionario botánico de nombres vulgares cubanos” (1928) y “Plantas medicinales, aromáticas o venenosas de Cuba” (1945). Otras contribuciones científicas importantes son: “Especies y variedades de malangas cultivadas en Cuba” (1973), “Efecto de la sombra sobre la asimilación y transpiración de la planta de tabaco” (1915); “Árboles maderables cubanos. Su localización por provincias y regiones” (1967), entre muchas otras.
En el transcurso de su actividad laboral se distinguió como educador, tabaquero, maestro y científico. Con una afán por compartir con todos sus conocimientos. Como botánico contribuyó a la formación de un número importante de estudiantes, técnicos, ayudantes y obreros de campo, así como su participación con muchos especialistas cubanos y extranjeros a quienes ayudó a conocer e interpretar las características de la flora cubana, impulsando el conocimiento, identificación y estudio profundo de las plantas medicinales, siendo así de los pioneros en este campo. Su fructífera labor científica lo hizo acreedor de múltiples títulos, diplomas y reconocimientos, entre los que se destacan la medalla y diploma otorgado por la Sociedad Geográfica de Cuba (1930); diploma acreditativo corno socio de mérito de la Sociedad Cubana de Botánica (1946); Presidente de Honor de la Asociación Nacional de Emigrados Revolucionarios Cubanos (1946); título de Hijo Emérito de Santiago de las Vegas, otorgado por el Gobierno Municipal (1953); Ingeniero Agrónomo Honoris Causa, designado por la Universidad de la Habana (1962); homenaje y diploma por 50 años de trabajo científico en la Estación Experimental Agronómica, Santiago de las Vegas (EEA-SV) (1963); designado Miembro de la Comisión Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba (1964); miembro del Partido Comunista de Cuba (FCC) (1967); designado Presidente de Honor en el II Simposio contra el Genocidio Yanqui en Viet-Nam (1968).
El Dr. Roig vivió 94 años, nació el 31 de mayo de 1877, en Santiago de las Vegas, La Habana. De procedencia social humilde, a temprana edad quedó huérfano de padre y sin recursos económicos, la madre tuvo que trabajar incasablemente para poder atender a sus cuatro hijos. Las primeras letras se las enseña la madre a Roig, quien inicia sus estudios primarios en la escuela pública de la localidad. Desde los 11 años se incorpora a la actividad laboral, como aprendiz de tabaquero y así se va formando el obrero, que sufrió los desmanes de una época, donde los obreros eran poco remunerados, vejados y discriminados. En 1894 parte a Cayo Hueso, U.S.A. a trabajar como tabaquero, en la fábrica de unos copartidarios de Santiago de las Vegas. Ahí colabora con el Partido Revolucionario Cubano, liderado por José Marti, en 1898 regresa a Cuba y continúa como tabaquero un año mas.
Su amor e interés por la superación hacen que conjugue el estudio y el trabajo, logra capacitarse y obtener el Certificado de Maestro de Instrucción Primaria; trabajo que desempeña entre 1901 y 1902, porque parte hacia la Universidad de Harvard, Boston, donde obtiene el Certificado de Maestro de Inglés. Con prosperidad se hace bachiller (1906) y se matricula en la Universidad de la Habana (1906-1907), en la Facultad de Letras y Ciencias, especialidad de Farmacia y Perito Agrónomo. Durante la época de estudiante universitario, obtiene varios premios, entre ellos el Premio Ordinario de Botánica (1907-1908); Premio Ordinario de Farmacología y Premio Especial Sarrá (1908-1909) y Premio Ordinario en Fitografía (1909-1910).
El Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, custodia el herbario que fue la base de sus estudios de botánica económica y la constancia de los ejemplares estudiados y citados en sus dos grandes obras y la colección de maderas, muestra de sus desvelos en el campo de las investigaciones forestales del país. Todo puesto al servicio de la investigación, como aspiraba. Con el que hacer diario los cubanos honramos la memoria de esta gloria científica de Cuba y reconocemos cuán grande es nuestra deuda con el maestro.
Siempre manifestó que su interés por la botánica surgió desde que asistió a las clases que impartía el Dr. Manuel Gómez de la Meza, quien después fue para él, su maestro, colaborador y amigo.
En 1910, obtiene el titulo de Dr. en Farmacia y Perito Agrónomo y en 1912 defiende su tesis de grado "Las Cactáceas de la Flora Cubana" y le confiere el grado de Dr. en Ciencias Naturales. En el mismo año se le otorga el grado de Dr. en Ciencias Fisico-Química. En dos oportunidades (1909 y 1912) gana por oposición la Ayudantía Técnica de la Cátedra de Botánica, en la Universidad de La Habana En 1913 lo nombran Jefe de Departamento de Botánica de la Estación Experimental Agronómica, Santiago de las Vegas (E. E. A.-S.V.) A partir de entonces investigó incansablemente, estudió y obtuvo magníficos resultados científicos durante más de 50 años. Todo el que lo conoció asegura que fue un hombre tímido, sencillo, modesto, bondadoso, buen compañero y amigo, integro, muy dedicado, capaz, de extrema sabiduría, de mérito, sensible ante la injusticia, ante los problemas del hombre del campo, de ideas progresistas. El Ingeniero Julian Acula Galé quien fuera su discípulo y compañero de trabajo en la E.E.A.-S.V., compartió con el muchas horas de investigación en el campo, el herbario y en el laboratorio formando un dúo de prestigio y orgullo para el conocimiento botánico-agronómico cubano. Su primer trabajo botánico fue el "Calendario Botánico" publicado en la revista estudiantil "El Estímulo, del Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana. Inició sus excursiones botánicas en 1915, investigó entre otros resultados de valor botánico-económico la depuración y reconstrucción de las variedades de tabaco havanensis.
El análisis de su vida y obra nos muestra el amor que sentía por los árboles, se dedicó a protegerlos, conservarlos en los bosques y propagarlos. Luchando contra su destrucción. Introdujo muchas especies exóticas en la E.E.A.-S.V. que estudió y aclimató, así como más de 500 plantas medicinales producto del intercambio con jardines botánicos, estaciones experimentales y universidades.
Determinó numerosas especies botánicas, nuevas para la flora cubana. Compiló millares de nombres vulgares utilizados por la población, para reconocer las plantas en las diferentes provincias del país, los que divulgó en sus obras.
Como reconocimiento a sus aportes en el campo de la botánica, muchos autores le han dedicado géneros y especies nuevas, que honran su memoria.
En 1917 detiene su labor E.E.A.-S.V., al trasladarse al instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, al obtener la cátedra de Historia Natural, Cosmológica y Biología trabajó allí por mas de 15 anos. En 1934, regresa definitivamente a la E.E.A. Participó en múltiples eventos nacionales e internacionales, donde siempre intervino en defensa de la botánica cubana, abogado por el estudio de las relaciones de la flora cubana con la de los países vecinos, de los recursos naturales del país, la necesidad de su conservación, la creación de reservas forestales y parques y por la existencia de una legislación forestal, sin soslayar la necesidad del estudio de las plantas medicinales en beneficio de la ciencia. Se le consideró siempre, la más alta autoridad científica cubana en Botánica y disciplinas afines. Su vida fue turbulenta, hubo de imponerse con su tenacidad a las adversidades de una época que se empeñaba en opacar sus conocimientos y logros científicos, en diezmar la actividad del maestro fue ejemplo de consagración al trabajo.
Participo en 1970, en la manifestación popular ante la Oficina de Interés de EE.UU en la Ciudad de La Habana, por el secuestro de once pescadores cubanos, hizo uso de la palabra y ésta constituyó su última presentación pública.
Muere el 20 de febrero de 1971. La comunidad científica cubana el pueblo en general le rindieron póstumo homenaje, en la sede de la Academia de Ciencias de Cuba (Salón de los Pasos Perdidos), donde se expuso su cadáver.
Hoy, la generación de botánicos si siente comprometida con el maestro, valorando el legado por él recibido, sus obras marcan pauta en las investigaciones etnobotánicas, fotoquímicas, toxicológicas, agronómicas y medico-farmacéuticas entre otras.
Sus obras expusieron por primera vez, a los hombres de ciencia y al pueblo en general las potencialidades de la flora cubana, las ventajas de la medicina verde, todo el acervo popular, que al respecto recopiló, por todo el Archipiélago nacional.
Entre otros centros que llevan su nombre, en 1973, se creó la Estación Experimental de Plantas Medicinales Juan Tomas Roig, en Guira de Melena, La Habana, como colofón de uno de sus anhelos con relación al cultivo y propagación de dichas plantas. También lleva su nombre la Asociación Nacional de Aficionados a la Botánica "Juan Tomás Roig y Mesa" en la que el Instituto de Ecología y Sistemática constituye su órgano de relación y el Campo Nacional de Medicina Alternativa "Juan Tomás Roig" integrado por jóvenes interesados en esta disciplina de toda Cuba.